Normandie

Normandie

jueves, 28 de mayo de 2015

El último número

 Hola Paco, dame un número bonito.
— ¡Hombre, Julián! Cuánto tiempo que no te pasas a saludar…
 Sí, hace tiempo que dejé de hacer muchas cosas.
 Tengo un tres, seguro que te va bien, además el tres es el número del optimismo, la felicidad, el disfrute de la vida…y me parece que tú lo necesitas.
 Bien. Me vale un tres. Toma, no llevo cambio.
 Para eso estamos, hombre. Ten, la vuelta.
 ¿Y no me vas a contar cómo viene la tarde? Como hacías antaño.
 Antaño… Dejé de mirar por la ventana, Paco.
 No me digas que al final se marchó.
 Todo termina en esta vida.
 Ya decía yo que no venía últimamente.
 Somos gente de rutina en este barrio. Café con porras en El Sol, número cada viernes por si cae, partidita de dominó con el carajillo de después de comer…
 Eso no debería acabar nunca.
 No, no debería.
 Julián, ella me contó…
 Mentía.
 No era mujer de chismes y mentiras.
 Mentía Paco, te digo que mentía.
 La asustaste, tío.
 Teatro, puro teatro.
 Lo saben en el barrio.
 Me importa un carajo el barrio. Cada uno en su casa…
 Hay límites a la intimidad, Julián.
 Son todos unos chismosos, les gusta hurgar en vida ajena.
 Julián, ya sabes que te aprecio.
 Si, lo sé.
 Llamé a la pasma.
 Lo sé.
 Te he vendido el último número.
 Cierto.
 Qué le vamos a hacer. Todo se termina, hasta los números.
 Lo siento Paco. Guardaré este último número de recuerdo. Adiós. Saluda a mi Consuelo si te tropiezas con ella allá donde vayas. Ya oigo la sirena que se acerca. Me voy a tener que alejar del barrio por un tiempo. Todo se termina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario