Se dirige a la jaula de los leones para demostrarle cuánto se
equivoca, una vez allí, abre la portezuela que da acceso
a la jaula y desaparece un momento de su vista. Los leones se remueven, sienten
su presencia y se acercan como autómatas. El piensa lo peor, no debería haber
dudado de ella, le cegaban los celos…, se acerca corriendo a la jaula cuando
presiente por el rugido del macho que algo inminente está a punto de
ocurrir. Un solo disparo, se le nubla la vista y cae. Ella siempre le
había dicho la verdad.
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