Normandie

Normandie

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Recuerdo...

Recuerdo que llovía a raudales cuando se apagó la luz. Mi abuela me estaba enseñando a bordar con el dedal y el bastidor, se levantó y se fue a buscar una vela. Eran aún las cinco de la tarde pero la oscuridad de la tormenta hacía parecer que era de noche. Los truenos retumbaban en el patio que se iluminaba repentinamente como si la luz intentara volver y no pudiera. Mi abuela volvió portando una candela que producía sombras que se acercaban con ella. Me tendió el impermeable, las hueveras de alambre y un pequeño monedero y me pidió que no me demorara porque necesitaba los huevos para hacer la cena. Como no había vuelto la luz, las calles estaban oscuras y a mí me parecía que las sombras que acompañaban a mi abuela ahora venían conmigo. Así, volviendo la cabeza a cada instante, llegue a la calle llamada “Calle de los arroyos” que por algo sería ya que estaba totalmente cubierta por un río de agua que alcanzaba hasta más de medio metro de las paredes de las casas. Solo tenía que cruzar la calle para llegar a la casa de la Amelia que era quien tenía las gallinas y vendía los huevos. Pero el pueblo había quedado dividido en dos orillas. Le pedí a las sombras que se acercarán ellas a comprar y les di las hueveras, pero se introdujeron en el torrente y me dejaron sola. Volví a casa asustada, sin los huevos, pero con una historia que contaros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario