Nunca he deseado ser princesa. Ni vestir de blanco con tules y brocados. Ricitos de oro o de ébano enroscados en la diadema de brillos de plástico. Soñaba con ser Amazona. Poderosa y brava guerrera con cuerpazo y vestidito de piel, arco, flechas y espada.
Cruzando la ciudad sin miedo y con orgullo de guerrera. Ganando los cruces y semáforos a la carrera para llegar la primera.
Me gustan las Amazonas. Las que día a día dan su vida para que el mundo avance, para que sus peques lleguen más allá, cueste lo que cueste. Madres coraje, compañeras, amigas. Soporte en lo malo y en lo bueno, en la salud y en la enfermedad. Transmitiendo sabiduría y compartiendo amistad.Base de la vida, base de la sociedad. Me gustan las Amazonas.
Todas las mujeres somos amazonas aún sin saberlo. Por eso es importante encontrar una manada, un grupo de amazonas que nos ayude a sacar lo mejor que llevamos dentro.
ResponderEliminarGracias Luisa por recordárnoslo!